El presidente de Ecuador, Guillermo Lasso, decretó esta mañana la Muerte Cruzada, herramienta constitucional que le permite disolver en forma inmediata la Asamblea Nacional (que es el Congreso ecuatoriano).

La decisión implica la convocatoria a elecciones legislativas y presidenciales anticipadas y le permite gobernar vía decretos por seis meses.

Esta acción la toma el Presidente Lasso, ante su inminente destitución por parte de la Asamblea, que ayer inició un juicio político en su contra por el presunto delito de peculado, por no haber tomado acciones concretas en un contrato de transporte de petróleo, firmado por el expresidente Lenin Moreno.

El conflicto amenaza con llegar rápidamente a las calles, pues el movimiento indígena y los trabajadores ya anunciaron movilizaciones.

Sin duda el quiebre institucional que arriesga Ecuador afectará a las ecuatorianas y ecuatorianos. Y nos recuerda la importancia de contar con instituciones sólidas, un sistema político responsable que proteja a las personas y cuide la democracia.